Una sentencia a favor de la vida

Escrito por: Olivia Fontanillo. Destino Solidario - 01•Abr• 13

El anticancerígeno Glivec, fabricado por la multinacional farmacéutica suiza Novartis, se comercializa con un precio que ronda los 2.000 euros. Su equivalente genérico, producido en La India, cuesta sólo 156 euros. La diferencia es mayor si analizamos el caso de los tratamientos para luchar contra el SIDA: 9.000 euros al año por paciente tratado con productos patentados por multinacionales, frente a 50 euros de los que tienen acceso a genéricos.

Números muy dispares que encierran la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas en todo el mundo.

(Foto de Paco Díaz).

La labor de las farmacéuticas indias en la última década ha permitido el acceso a medicinas y tratamientos a personas condenadas a morir hace apenas unos años por enfermedades que contaban con remedios (para su curación o el control de sus síntomas), pero que estaban fuera del alcance de los segmentos de la población mundial que, paradójicamente, eran los más afectados por las mismas. El país asiático es considerado, hoy en día, ‘la farmacia de los pobres’, y, aunque ha realizado ciertas concesiones en su política de patentes, obligada para no resultar excluida de los tratados mundiales de comercio, se mantiene firme en su dirección.

El Tribunal Supremo de La India ha dictado sentencia a favor de los fabricantes de genéricos en su larga batalla contra Novartis, que quería patentar su anticancerígeno Glivec, aduciendo que introducía innovaciones respecto a anteriores versiones de sus tratamientos contra el cáncer. El Tribunal considera que las novedades no son suficientes para justificar la nueva patente.

Verdadera investigación e innovación

Con ello, deja abierto el camino a los laboratorios indios de genéricos para aplicar las mejoras en sus productos, al tiempo que fomenta que los recursos se destinen a verdadera investigación e innovación, y no a ligeras modificaciones de productos ya existentes con el único objetivo de prolongar las patentes existentes o solicitar otras nuevas, que perpetúen el control por parte de la empresa que patenta y retrasen el desarrollo de los genéricos equivalentes, con la consiguiente pérdida de vidas humanas que esta dilación puede provocar.

No es la primera sentencia que se da en este sentido en La India. deseamos que no sea la última y el ejemplo se extienda a otros países, por el bien de todos.

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