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¿Cómo puedes colaborar?
Los voluntarios cuidan a los niños internos.
Casa Guatemala te ofrece una experiencia enriquecedora e inolvidable. A través del programa de turismo solidario, el Pueblo de los Niños está abierto a la llegada de visitantes que quieran cooperar con la organización durante unas horas, unos días o unas semanas. Personas con sensibilidad ante los problemas de los más desfavorecidos, conscientes de que son muchas las dificultades que afrontan los niños, pero convencidos de que se puede avanzar con la base del trabajo y la educación.
El coordinador de voluntarios de Casa Guatemala hablará contigo a tu llegada y te presentará las diferentes opciones para ti. Tienes que tener en cuenta que las necesidades de la organización dependerán del momento del año en el que viajes y del número de voluntarios que estén trabajando en el Pueblo de los Niños.
La atención médica es clave.
Entre las tareas a realizar están:
- Refuerzo escolar: Apoyo a los profesores en las aulas y en las clases de repaso fuera del horario de la escuela.
- Actividades culturales, deportivas y de ocio: Se lleva a cabo un variado calendario de actividades en todos estos ámbitos, con las que se persigue el desarrollo integral, físico e intelectual de los niños. Entre ellas está la práctica de deportes, la pesca, la elaboración de trabajos manuales y artesanía, pintura, juegos y teatro.
- Granja–Escuela: Si lo que te gustaría es experimentar cómo se lleva a cabo el trabajo en el campo, puedes apoyar a los niños de más edad y a los trabajadores encargados de las tareas de la granja–escuela.
- Trabajos de construcción, reparación y mejora de las instalaciones: Los más hábiles en los trabajos manuales pueden poner a prueba sus capacidades ayudando al personal de mantenimiento o desarrollando proyectos propios de construcción.
- Programas específicos: Casa Guatemala recibe expertos en áreas como medicina, nutrición o psicología que presentan programas concretos de actuación adaptados a las necesidades del orfanato. Estos proyectos deben comunicarse por escrito al menos un mes antes de la llegada al orfanato y ser aprobados por la dirección de la organización.