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Lugares de interés en la zona
Río Dulce, un pedacito de paraíso en la selva guatemalteca
Río Dulce transcurre rodeado de selva.
Naturaleza, historia y tradiciones se dan la mano en Río Dulce para configurar uno de los rincones más atractivos de toda Centroamérica. El recorrido desde el nacimiento del río, en el Lago Izabal, hasta su desembocadura en el Mar Caribe (en la Bahía de Amatique), es una sucesión de bellas estampas que nunca podrás olvidar. A lo largo de 43 kilómetros –que convierten a Río Dulce en el más largo de Guatemala–, podrás compartir viaje con todo tipo de animales y plantas, así como pescadores que se ganan la vida con sus pequeños cayucos y habitan en las aldeas mayas que salpican ambas orillas del río.
Esta riqueza propició que Río Dulce se convirtiera en una de las primeras áreas naturales protegidas de Guatemala, en 1955. La zona abarca un total de 7.200 hectáreas de bosque tropical húmedo, ecosistemas acuáticos y manglares. Alimentado a lo largo de su recorrido por varios ríos menores, lagos y riachuelos, en su parte más ancha mide 1.500 metros y 100 metros en la más estrecha, que forma un cañón natural impresionante, llamado Cueva de la Vaca. En medio de su recorrido, el río se ensancha formando un pequeño lago, conocido como El Golfete, donde está Casa Guatemala.
La riqueza y diversidad de Río Dulce propicia que cada viajero pueda encontrar aquello que más le interesa: paisajes, cultura, relax, navegación, senderismo, paseos a caballo, pesca, observación de aves marinas y un perfecto escenario para la práctica de la natación y de otros deportes acuáticos.
Algunos de los lugares cercanos de interés que te recomendamos son:
Río Dulce nace en el Lago Izabal.
El Lago de Izabal: Sus 45 kilómetros de largo y 20 kilómetros de ancho convierten al Lago de Izabal en el más grande de Guatemala. Ofrece bellos paisajes naturales, salpicados por pequeñas comunidades de origen maya, muchas de las cuales tienen en la pesca su principal fuente de subsistencia. Lugar de nacimiento del Río Dulce, cuenta con playas habilitadas para el baño y la oportunidad de navegar y practicar diversos deportes acuáticos. La entrada al lago está custodiada desde el siglo XVI por la fortaleza de San Felipe.
Castillo de San Felipe: Fue concebido como un fuerte para la protección de la zona frente a las invasiones de los buques ingleses y los ataques de los piratas. La construcción, iniciada en 1560, se desarrolló en varias fases. Su aspecto actual, tras una cuidada reconstrucción concluida en 1956, permite visitar áreas de las diversas etapas de la vida de la fortaleza, constituyendo un asentamiento de gran interés histórico. Además de cómo fuerte y residencia, fue utilizado como prisión desde finales del siglo XVII, una vez que la amenaza de los piratas desapareció del Caribe. El castillo se ubica hoy en un parque natural que cuenta con áreas para baño, servicios públicos y un merendero. Un buen lugar para pasar un día tranquilo y ameno.
Caballos en las orillas del Río Dulce.
Refugio Bocas del Polochic: Se localiza en el delta del río Polochic. Se han contabilizado más de trescientas especies de aves, cocodrilos, manatíes, mariposas y cientos de peces diferentes.
Guatemala cuenta con una de las mayores poblaciones de manatíes del mundo.
Biotopo del Manatí: El manatí, mamífero en peligro de extinción, ha encontrado en Río Dulce uno de los pocos rincones en los que refugiarse. El acceso a esta reserva natural sólo puede realizarse por vía acuática.
Río Dulce es un paraíso para los ornitólogos.
Biotopo Protegido Chocón Machacas: En este rincón natural habitan cientos de especies de aves, más de setenta de mamíferos y cien especies de peces. Ocupa un total de 72 kilómetros cuadrados y acoge animales tan difíciles de encontrar en otros lugares como el manatí y el tapir. Verlos es difícil, pero el paseo merece la pena.
Danza típica de la cultura garífuna.
Livingston: Visitar Livingston supone conocer otra Guatemala. De hecho, probablemente te preguntarás si no has cambiado de país sin darte cuenta. La diferencia la marca la etnia garífuna, que tiene su propia cultura y tradiciones, gastronomía y religión –mezcla de catolicismo, ritos africanos y de los nativos de la zona–. Resultado de la unión de pobladores nativos americanos y esclavos procedentes de áfrica, los garífunas se asentaron en diferentes puntos de la costa caribeña desde mediados del siglo XVIII. Su ropa, su música y sus bailes sin duda te harán pasar un rato muy ameno.
Las orillas de Río Dulce están pobladas por pescadores
Punta de Manabique: Esta área de protección especial se extiende a lo largo de la costa, hasta alcanzar Honduras. Se trata de una zona de humedales escasamente habitada. Es ideal para realizar viajes en barco a través de los manglares y lagunas para pescar, observar aves o buscar cocodrilos y manatíes.
Juego de pelota de los antiguos mayas.
Quiriguá: Es el punto de referencia más cercano para los aficionados a la arqueología. En ningún otro yacimiento maya encontrarás estelas tan ricas e impresionantes. Construidas en piedra arenisca y con hasta 10,5 metros de altura, las estelas cuenta la historia de un pueblo cuya historia corre paralela a la de una de las grandes potencias de su época, Copán. La Unesco declaró a Quiriguá Patrimonio Mundial en 1981. Es uno de los tres sitios de Guatemala que cuenta con esta distinción, junto con Tikal y la ciudad de Antigua.