Los programas de viajes solidarios deben definirse, llevarse a cabo y crecer buscando maximizar los beneficios para toda la población y su entorno, limitando al máximo los potenciales impactos negativos que la llegada de personas externas puede conllevar.

Los proyectos con los que Destino Solidario coopera tienen en consideración:

  • Sostenibilidad ambiental: En este ámbito se tendrán en cuenta prácticas y sistemas que impliquen un uso controlado de los recursos naturales; no contaminantes; programas de conservación y recuperación de espacios naturales; programas formativos orientados a la gestión y explotación controlada de los recursos; protección de la biodiversidad; fijación del número de personas que la comunidad o espacio natural puede acoger en un momento teniendo en cuenta sus recursos (capacidad de carga), etc.
  • Sostenibilidad cultural: Dentro de la dimensión cultural, se incluyen recursos diversos, desde el patrimonio histórico y artístico hasta al folklore, tradiciones, creencias, ritos y valores intrínsecos a las personas. Al igual que ocurre con los recursos naturales, es necesario lograr la adecuada ecuación entre su puesta en valor y gestión y su preservación.
  • Sostenibilidad económica: La sostenibilidad tiene su base en la gestión por parte de personas de la comunidad, que será el factor que propiciará que los beneficios se reviertan en beneficio de toda la población (evitando el fenómeno de ‘fuga’ fuera del territorio) y que la actividad se mantenga en el tiempo. Es preciso, asimismo, garantizar la calidad en el servicio y la satisfacción del viajero, para lograr que el destino siga atrayendo visitantes. Hay que trabajar para lograr la rentabilidad económica y la competitividad frente a otras propuestas, y se buscará un equilibrio en el reparto de beneficios.
  • Sostenibilidad social: El objetivo final de los proyectos debe de ser la mejora en las condiciones de vida de los habitantes de la comunidad. Los desarrollos con base en el turismo pueden reforzar la cohesión social y colaboración entre los miembros de la comunidad, fortalecer su identidad, aumentar la tolerancia, reducir la conflictividad y mejorar el ambiente social (a través de beneficios para todos, bien directamente, a través de las rentas del trabajo, o a través del desarrollo de infraestructuras y servicios).