Son muchas las personas que nos han hecho esta pregunta, y nuestra respuesta es: “Claro que sí. ¿Qué te impide hacerlo?”.

Muchas personas se plantean en algún momento de su vida convertirse en voluntarios. Sin embargo, son pocas las que se deciden a dar el paso que separa la intención de la acción. Las dudas sobre lo que van a encontrarse, el miedo acerca de si realmente pueden ser útiles, a su capacidad de reacción al enfrentarse a situaciones difíciles o, simplemente, el esperar ese momento ‘adecuado’, que nunca acaba por llegar, son los frenos más habituales.

Factores que impiden vivir una experiencia en la que el ‘dar’ se sitúa en un mismo plano que el ‘recibir’. Recibir lecciones de vida, compartir momentos buenos y malos, intercambiar sueños y sentimientos, sumar esfuerzos y superarse continuamente, para avanzar juntos hacia un mundo más igualitario y justo.

Caminar de la mano ayuda a superar los obstáculos más difíciles.

Los voluntarios son uno de los pilares sobre los que se ha construido el sistema de cooperación, tanto nacional como internacional. Sin el apoyo desinteresado de personas de todo el mundo, las organizaciones de asistencia y de desarrollo se verían en muchos casos imposibilitadas para llevar a cabo su labor diaria y sus proyectos, debido a la limitación de recursos, agravada en los últimos ejercicios. ¿Te gustan los niños? ¿Disfrutas cocinando? ¿Tu familia y amigos creen que eres un manitas? ¿Sabes escuchar y hacer sentir mejor a las personas que se te acercan? ¿Eres un profesional especializado o un especialista en trato humano? ¿Tienes trabajo estable y una familia? ¿Te gusta viajar y quieres vivir en otros países?

Cuidar de las instalaciones es muy importante

No importa la edad, la formación ni las experiencias previas, y hay muchas motivaciones diferentes para ser voluntario. Las necesidades de colaboración por parte de organizaciones y comunidades inmersas en proyectos de asistencia y desarrollo son muchas, y seguro que, entre todas, puedes encontrar aquella con la que te sientas más cómodo y comprometido. Si miras a tu alrededor, podrás encontrar en tu misma comunidad muchas oportunidades de colaboración; o aprovechar tus vacaciones para dedicar una parte de tu tiempo libre a convivir y colaborar en un proyecto de cooperación en un destino lejano, a través de un viaje solidario, o dedicar unos meses de tu vida profesional a trabajar voluntariamente para una organización en cualquier parte del mundo.

El cariño ayuda a los niños a ganar seguridad.

Convertirte en voluntario implica un reto personal y profesional que te aportará un gran desarrollo y enriquecimiento interior. Todos deberíamos vivir esta experiencia al menos una vez en la vida. El momento ideal dependerá de cada persona. Lo importante es que, una vez que se ha tomado la decisión de hacerlo, se haga con una actitud positiva, abierta y de total respeto, de manera que sea una experiencia lo más enriquecedora posible para todas las personas implicadas en las actividades o proyectos. (Cosas a tener en cuenta: http://destinosolidario.org/necesitassaber.asp )

En este blog puedes encontrar testimonios de personas que ya lo han vivido. ¿Te atreves a dar el paso?

Feliz Día Internacional del Voluntariado para todos los que aportan su granito de arena en el camino hacia la construcción de un mundo mejor.

¡¡¡¡GRACIAS POR VUESTRA DEDICACIÓN!!!

En este blog te invitamos a que tú te conviertas en ese factor de impulso que otras personas con inquietudes necesitan para dar ese primer paso y hacer realidad esa llamada solidaria, de compromiso. Puedes enviarnos tus textos y fotos a la dirección de email info@destinosolidario.org y nos pondremos en contacto contigo.

Follow