Cambiemos los papeles: Imaginemos que ahora son los trabajadores los que conceden las vacaciones a los jefes y, además, eligen su destino…. ¿A dónde enviarías a tu jefe? ¿Podemos hacerte una sugerencia?

Haz que tu jefe olvide sus vacaciones de lujo.

Sin duda, le vendría bien un destino diferente. Quítale de la cabeza esos viajes de lujo a los grandes centros turísticos a los que está acostumbrado y embárcale en un destino solidario. Será la mejor opción  para él, para la empresa, para ti…y, en definitiva, para la sociedad.

Thomas Maak y Nicola Pless, profesores de la escuela de negocios ESADE, investigaron los resultados prácticos del programa Ulysses (impulsado por una conocida firma auditora multinacional), en el que, durante cuatro años, participaron 70 directivos procedentes de compañías de Estados Unidos, Europa, Centroamérica y Asia. La principal conclusión de su estudio fue que un 80% de los directivos que participaron en el programa se volvieron “más responsables, además de haber mejorado su inteligencia emocional”.

Durante dos meses, los participantes en la experiencia se integraron en proyectos de cooperación gestionados por organizaciones no gubernamentales y por comunidades desfavorecidas, en los que tuvieron que enfrentarse a la resolución de problemas de todo tipo, desde medioambientales a familias afectadas por situaciones de pobreza extrema, desnutrición o el impacto en la salud de las personas de enfermedades como el SIDA.

Un mayor grado de empatía

El contacto con otras problemáticas y situaciones alejadas de su día a día, la necesidad de hacerles frente con escasos recursos y de hacerlo junto a personas de otras culturas y con otra forma de ver las cosas tuvo un impacto directo en su forma de abordar la gestión del día a día en sus trabajos habituales, mejorando su comunicación y relación con las personas y sus propias habilidades. Se convirtieron en líderes “más sociales” y con un “mayor grado de empatía”, lo que favoreció su relación con el personal y el trabajo en equipo.

Al conocer, concienciarse y sensibilizarse sobre otras realidades, sintieron la necesidad de contribuir a mejorarlas y empezaron a analizar sus propias situaciones y realidades cotidianas. La clave está en trasladar ese cambio a la práctica. De hecho, cada vez son más las compañías que desarrollan este tipo de programas, fomentando la participación de sus directivos y empleados en proyectos sociales, dentro de su comunidad y a nivel internacional.

Así que, aunque suene algo utópico, darles vacaciones a los jefes puede mejorar la vida de muchas personas. Puedes empezar por el tuyo, pero, recuerda, que sean vacaciones solidarias.

En este blog te invitamos a que tú te conviertas en ese factor de reflexión e impulso para la acción de otras personas con inquietudes. Si quieres participar, puedes enviarnos tus textos y fotos a la dirección de email info@destinosolidario.org y nos pondremos en contacto contigo.

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